HOMILIA EN LA SOLEMNIDAD DE LOS SANTOS
Celebrar la solemnidad de todos los santos es importante para nosotros pueblo de Dios: nos permite levantar los ojos al cielo y pensar en la eternidad, en la alegría que muchos de nuestros hermanos y hermanas experimentan ahora en la gloria del Padre, recordándonos que es nuestra meta, nuestra llamada. «La santidad es el rostro más bello de la Iglesia: es redescubrirse en comunión con Dios. Entendemos, entonces, que la santidad no es prerrogativa de algunos: la santidad es un don que se ofrece a todos, sin excepción, y constituye, por tanto, el carácter distintivo de cada cristiano” (Papa Francisco). El Evangelio de hoy nos ofrece lo que muchos definen como “la tarjeta de identidad cristiana”, es decir, las Bienaventuranzas. Los cristianos estamos llamados a proclamar el Evangelio de las Bienaventuranzas, a contagiar al mundo con la esperanza que Cristo nos da. Jesús compara la bienaventuranza con muchas situaciones, incluso dolorosas, como el llanto, la sed de ...