¡Qué mal es sentirse último, o descartado por los demás¡
https://drive.google.com/file/d/1EHeOB8g4KsOMQuU2KtNV7w1TJpb15ijH/view?usp=sharing Hoy hemos escuchado un hermoso Evangelio en el que Jesús quiere ayudarnos a ser felices. De hecho, al final de su discurso nos dice claramente que si hacemos como él, ¡seremos bendecidos! Jesús toma como ejemplo una comida con motivo de una boda donde ve que los invitados quieren estar en los mejores lugares, y se fija en otros que se quedan atrás. Un poco como cuando se proyectaba una película en aquellos días, y todos se apresuraban a ocupar los asientos delanteros más bonitos y dejaban para los menos vivaces en los que se veía mal. Es algo que sucede también hoy más de lo que pensamos; en ciudades donde el metro o el bus está en la parada hay prisa por conseguir los mejores asientos y no importa dejar paso a los mayores o a los que más lo necesitan... Existe en nosotros el deseo de ubicarnos bien, ser tratados muy bien, y así nos olvidamos de los que más necesitan. Aquí Jesús hoy quiere que...