Dom. III del T.O. DOMINGO DE LA PALABRA - Palabra, comunidad, pobre
Jesús comienza su acción pública 'donde creció' y se presenta como el Siervo, enviado a realizar lo que la Escritura ha anunciado. La Asamblea convocada en Israel encuentra plenitud en Él: el Esperado ha llegado, el pasado de lágrimas del pueblo se convierte en un “hoy” de salvación. Hay tres condiciones para que el tiempo que pasa inexorablemente, el kronos, se convierta en un acontecimiento salvador, el kairos. Primero que nada, necesitamos una Palabra. Es necesario y fundamental el anuncio que viene del otro, la Palabra pronunciada por Dios desde los orígenes, la apertura del corazón del Creador que se dirige e interroga a su criatura. La Palabra rompe el silencio, abre espacios de relación, solicita el encuentro. La Palabra que Jesús acogió, Él mismo la vuelve a proclamar; la Palabra que Él reconoce como suya: habla de Él, es Él mismo. La Palabra contenida en la Escritura, en realidad, abre el sentido de los tiempos y de la historia de hoy, y se convierte en una oportunid...