FIESTA DE LA PRESENTACIÓN DEL SEÑOR

Hoy celebramos la fiesta de la Presentación del Señor, cuando Jesús fue presentado al Templo por José y María. Y es también la Jornada de la Vida Consagrada, que invita a la gratitud y a la oración por ese don maravilloso que es la consagración que abrazan quienes siguen de cerca al Señor profesando los consejos evangélicos. El Evangelio dice que, cuarenta días después de su nacimiento, los padres de Jesús llevaron al Niño al templo para consagrarlo a Dios. De hecho, era costumbre que los primogénitos fueran consagrados al Señor. En el caso de Jesús algo cambió; ¡No fue tanto el pequeño quien fue presentado a Dios sino, a través de las palabras de Simeón y Ana, fue Él (¡que es Dios!) quien se presentó a nosotros! Centrémonos en la actitud de los personajes de este pasaje: José, Maria, Simeón y Ana, que se puede resumir en tres palabras: movimiento, compartir, asombro. 1. En primer lugar, el movimiento: podemos ver cómo cada uno se pone en marcha. María y José p...