Podcast. V Dom de Pascua. Tú en mí, yo en ti.
Similar al Buen Pastor, Jesús nos presenta una imagen sugerente de la relación de intimidad que él establece con quienes creen él. Hoy, quinto domingo de Pascua, se presenta a sí mismo como la vid verdadera.
La invitación del Señor ante esta realidad es categórica: permaneced en mí y yo en vosotros. Él mismo lo explica. si un sarmiento no se quedara en la vid, no podría cumplir con la tarea para la que existe: producir fruto. Pero, ¿es posible que una rama intente desprenderse de la vid? ¿que intente fructificar por sí misma? En el evangelio del domingo pasado, escuchábamos que Él vino para que sus ovejas tengan vida, y la tengan en abundancia. Al igual, los sarmientos sólo con la vid pueden dar verdadero fruto.
¿Cómo se puede permanecer unido a Jesús? ¿Qué es lo que nos une y qué puede separarnos de Él? Si releemos el evangelio con corazón abierto, no hay dificultad para entender lo que el Señor nos dice. Para que él permanezca en nosotros, es necesario escuchar y meditar la Palabra. En este constante encuentro, nos configuramos con el Señor, ella nos modifica en lo más profundo… nos convertimos porque la llevamos en el corazón y no nos separamos.
La vida del creyente es la de aquel que pide continuamente a Dios que se quede con Él, porque Él mismo nos invita a estar permanentemente en él.
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