Podcast. Dom de la Stísima Trinidad.¿Quién está cerca de ti como Dios?
En este domingo, que sigue a Pentecostés, celebramos la solemnidad de la Santísima Trinidad. Gracias al Espíritu Santo, que ayuda a comprender las palabras de Jesús y guía a la verdad los creyentes pueden conocer, por decirlo así, la intimidad de Dios mismo, descubriendo que él no es soledad infinita, sino comunión de luz y de amor, vida dada y recibida en un diálogo eterno entre el Padre y el Hijo en el Espíritu Santo.
La primera lectura, tomada de Deuteronomio, nos plantea una pregunta fundamental sobre la relación personal con Dios a partir de la cercanía. Pensemos en los que han sufrido un duelo, los que han sido protagonistas de alguna tragedia personal o familiar, los que están atravesando un periodo de soledad o de depresión. ¿Cuál es la percepción de la cercanía de Dios? Por otro lado, quién está bien y vive en el bienestar, ¿cuándo piensa la cercanía de Dios?
El misterio de la Trinidad se actualiza en el profundo significado de un verbo que escuchamos en los pasados domingos en el evangelio de Jn 15: permanecer. Las personas de la trinidad saben permanecer entre sí. Jesús pide a los discípulos permanecer en él. El Espíritu es donado para permanecer en la Iglesia. Ante la desesperanza, es acción del Dios Trinidad, acogernos y permanecer.
¿Cómo reconocer y atestiguar esta permanencia? Pablo en la carta a los romanos parece recordar la escena del Getsemaní -en la que Jesús llama a su Padre de forma afectiva, Abba; por ello nosotros también somos hijos y también podemos acudir a Dios.
Todo el universo, para quien tiene fe, habla de Dios uno y trino, todo lo que existe remite a un Ser que se comunica en la multiplicidad y variedad de los elementos, como en una inmensa sinfonía. Todos los seres están constituidos de un principio que analógicamente podemos llamar "amor". Pero sólo en la persona humana, libre y racional, este dinamismo llega a ser espiritual, llega a ser amor responsable, como respuesta a Dios y al prójimo en una entrega sincera de sí. En este amor, el ser humano encuentra su verdad y su felicidad. Entre las diversas analogías del misterio de Dios uno y trino que los creyentes pueden vislumbrar, el mejor ejemplo es el de la familia, la cual está llamada a ser una comunidad de amor y de vida, en la que la diversidad debe contribuir a formar una "parábola de comunión".
Obra maestra de la santísima Trinidad, entre todas las criaturas, es la Virgen María: en su corazón humilde y lleno de fe Dios se preparó una morada digna para realizar el misterio de la salvación. El Amor divino encontró en ella una correspondencia perfecta, y en su seno el Hijo se hizo hombre. Con confianza filial dirijámonos a María, para que, con su ayuda, progresemos en el amor y hagamos de nuestra vida un canto de alabanza al Padre por el Hijo en el Espíritu Santo.
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