Sigue en camino. Meditación para la semana XXVIII del T.O.

 

INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO

Invoca la luz y la fuerza del Espíritu Santo sobre tu vida.

MEDITA Y SIGUE EN CAMINO

Con una parábola, Jesús cuenta la historia de nuestra salvación. Dios, el rey, ha preparado un gran banquete para las bodas de su Hijo. Los invitados privilegiados son los líderes del pueblo judío, quienes rechazan la invitación. Entonces Dios envía a los siervos a invitar a pecadores y paganos. Aceptan y es una celebración para aquellos que alguna vez estuvieron lejanos. Pero quien no lleve el traje festivo, símbolo de fe y caridad, es despedido.

Obedeciendo el mandato de Jesús de anunciar y vivir el amor de Dios Padre con todos los hombres y mujeres de todos los tiempos, la Iglesia nos invita a participar en el banquete eucarístico, para recibir el Cuerpo y la Sangre del Señor. .

Cada vez que vamos a la Iglesia, como discípulos de Jesús -hijos e hijas de Dios en una misma Comunidad- significa que hemos respondido "Sí" a la invitación del Señor. Poco importa si otros bautizados han rechazado la misma invitación y si viven el domingo como si Dios no existiera. Para nosotros este no es el caso; pero en nosotros el gozo es grande al acercarnos a la mesa de la salvación y de la vida eterna.

Durante la semana, relaciona tu vida con el texto que lees. Es vuestra relectura con el objetivo de escuchar lo que el Señor os dice en tu situación de la vida, lo que sugiere para vuestras relaciones. Él os consuela, os guía y os anima.

LUNES 

Lee el pasaje del Evangelio y pregúntate: ¿Vivo la Eucaristía como un encuentro íntimo con Jesús? ¿Siento que su amor es una fuerza de paz que anima toda mi vida? ¿Doy testimonio a los demás del valor de la Eucaristía?

MARTES 

Lee el pasaje del Evangelio y pregúntate: ¿Cómo reacciono ante quienes rechazan con altivez el don de la Eucaristía? ¿Permanezco fiel a este don, sin involucrarme en la incredulidad de los demás? ¿Cómo correspondo al amor que Jesús tiene por mí y que se convierte en alimento para mi vida?

MIÉRCOLES 

Lee el pasaje del Evangelio y pregúntate: ¿Entiendo que compartir el Pan Eucarístico con los demás significa también compartir con ellos el pan de mi vida personal? ¿Qué tan capaz soy de compartirme con los demás?

JUEVES 

Lee el pasaje del Evangelio y pregúntate: ¿Me comprometo a invitar a otros a participar de la Mesa del Señor? ¿He comprendido que la Eucaristía es una cuestión comunitaria y no sólo una cuestión de interés personal?

VIERNES 

Lee el pasaje del Evangelio y pregúntate: ¿Siento que la puerta que debo cruzar para ser digno de participar de la Eucaristía es la de la fe y la caridad? ¿Qué hago para crecer internamente en mi capacidad de creer en Jesús? ¿Qué hago para ser signo del amor de Jesús por los demás?

SÁBADO

Prepárate en este día para escuchar el nuevo pasaje del Evangelio en la próxima Eucaristía y pide ya al Señor Jesús que ilumine tu vida y te apoye en cada paso de tu camino.

SERVIR

Es tiempo de ponerse en movimiento, de actuar como consecuencia de lo que has escuchado, de dar los frutos del Evangelio en tu vida.

Esta semana, comprométete a vivir tu momento personal de oración y adoración ante Jesús en la Eucaristía.

¡Reflexiona, ora y da gracias!