Ten confianza, tu fe te ha sanado
El evangelio del domingo 14 de T.O. hacia un llamado a la misión. Pero ¿para qué la misión? La respuesta es más eficaz de lo que imaginamos: el llamado del discípulo es para ser sanador. Sí, sanador. Llevamos la sanación porque hemos sido sanados, por ello no es tan sencillo seguir al Señor. Recibirle es acoger los dones que nos da en especial el de sanar, y ¿cómo sanamos? A través de la paz. Llevamos la paz. El camino es la paz... el enfermo quiere sanarse para sentirse en paz ... Un mundo enfermo necesita sanadores que ayuden en a restablecer el tejido humano que se ha enfermado y dañado, dando salud, la que viene del evangelio, la que viene de Jesús.
Seamos sanadores porque hemos sido sanados.
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