Dom. VIII del Tiempo Ordinario. "Un día un rey llamó a un cortesano..."

Nos acercamos al tiempo fuerte de la Cuaresma, y la Palabra parece ayudarnos en este camino con una especie de “preámbulo” que nos acompaña desde hace dos semanas: El discurso en la llanura, con las bienaventuranzas y los ayes para aquellos que no acogen este camino, continuó con el mandamiento de amar a los enemigos. Este domingo, en un crescendo, el Evangelio nos insta a superar ese particular mal - acechador que es la hipocresía espiritual, que a la larga conduce a una especie de ceguera que nos hace creernos superiores sobre los otros y, por tanto, los únicos justos que pueden dar consejos. Estos días he comenzado, como hago cada segundo semestre, a impartir la asignatura “moral de la persona” en la Escuela diocesana de mi diócesis. Enseño a los estudiantes que nuestra vida debe ser un aprendizaje continuo y que cada uno de nosotros tiene la responsabilidad de su propia autoformación para poder acompañar después. Hoy nos encontramos ante herramientas innovadoras que creemos nos ofr...