Mirar de arriba abajo
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“Mirar de arriba abajo” es la típica expresión de superioridad sobre otra persona. Puedes mirar de arriba abajo aunque seas físicamente más bajo que el interlocutor, se puede hacer con una sonrisa, reafirmando así el orgullo de sentirse superior moral, social, económicamente.
En este hermoso cuadro que nos ofrece el evangelista Lucas en la ciudad de Jericó, se presentan dos personajes: está Jesús pasando entre la multitud que lo aclama como gran sanador, y un hombrecito de baja estatura, Zaqueo, que se sube a un árbol para poder verlo, pero no quiere ser visto por la multitud que lo odia.
Zaqueo es un hombre enriquecido por el robo y la explotación apoyándose en su función. Con su riqueza “desprecia” a aquellos a los que explota y engaña. En el árbol se esconde no solo de los que lo odian sino también de Jesús con quien quizás no quiera involucrarse, siendo un maestro que ha condenado repetidamente la riqueza. Pero … “¡Zaqueo, baja de inmediato!”, eso es lo que Jesús le dice cuando lo mira. Es una escena poderosamente simbólica, de hecho nos muestra a Jesús mirando de abajo hacia arriba y no teme ser visto, conquistado por la mirada de Zaqueo.
Jesús revoluciona la forma de entender a Dios, revelándonos una mirada sincera de relación que trastoca el punto de vista de la relación con Dios. mira de abajo arriba como lo debería hacer Zaqueo, pero es al contrario… Jesús rescata el corazón de Zaqueo necesitado de misericordia y sale a su encuentro.
Repito, me gusta mucho Jesús que mira al hombre de abajo hacia arriba, como lo haría el pobre que alarga su mano, como el niño que se vuelve hacia el padre, como el enfermo desde su lecho hacia el médico. Jesús mira hacia arriba permaneciendo superior en el amor y no tiene miedo de demostrarlo. Jesús también hoy nos mira desde abajo para desmantelar nuestras pretensiones de superioridad y mostrarnos el verdadero punto de observación del amor.
Zaqueo es invitado a bajar de su árbol donde se oculta y Jesús le pide que se involucre en la relación de amistad y discipulado con él y con su prójimo.
“Bájate enseguida porque tengo que quedarme en tu casa”. Hoy el Señor también tiene en su plan entrar en la vida incluso de los hombres más desesperados para cambiarla y hacerla llena de amor.
Yendo a Zaqueo, Jesús ahora será menospreciado por todos los demás que lo juzgan. Pero Jesús no tiene miedo de poner la cara cuando se trata de dar oportunidades para el crecimiento humano y espiritual. Zaqueo desciende y cambia su vida y cambia su punto de vista sobre su prójimo. Sus bienes y riquezas ahora son compartidos con los pobres y comienza para él una vida de justicia. Sigue siendo rico pero ya no oculto y moralmente pequeño.
El pequeño Zaqueo al encontrarse con Jesús, que se hizo más pequeño que él mirándolo desde abajo, ahora se convierte en un gigante de la caridad y no puede mirar a Jesús ni desde abajo ni desde arriba sino desde el mismo plano, el del amor.
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